Tratamiento del Dolor Cervical
Por Blanca Cubero, fisioterapeuta especializada en fisioterapia traumatológica y deportiva
¿Alguna vez notas el cuello cargado o tirante después de cargar pesos, hacer deporte o trabajar varias en el ordenador? ¿Sufres de mareos asociados a dolores en el cuello? ¿Cuando tienes jaquecas también sufres dolores punzantes en el cuello? Posiblemente estés sufriendo un proceso de cervicalgia, visita a tu fisioterapeuta para tratarte.
A la cervicalgia se la conoce comúnmente como “dolor de cuello” o "dolor de cervicales". Se trata de un dolor en la región cervical, que comienza en la línea nucal superior (inicio del cuello) y va hasta a la primera vértebra dorsal (inicio de la espalda). A veces el dolor también puede extenderse hasta brazos y manos con hormigueos o debilidad en las extremidades. Incluso puede acompañarse de mareos o naúseas. Es un dolor muy molesto, con un alto nivel de recaída si no se realiza el tratamiento adecuado.
La cervicalgia es muy común alrededor del 80% de las personas la sufren o la han sufrido. Siendo personas con poca actividad física y las mujeres las afectadas más frecuentemente.
Existen varios tipos de cervicalgia:
- aguda, conocida también como tortícolis, normalmente dura unos días
- crónica, cuando se extiende en el tiempo
Para su tratamiento, existen varias técnicas que deben aplicarse en función del estado del paciente, evolución de la cervicalgia y respuesta a cada tratamiento:
- Masaje terapéutico
- Estiramientos
- Técnica de punto gatillo
- Manipulaciones vertebrales
- Movilizaciones articulares
- Movilización neurodinámica
- Ejercicios terapeúticos a posteriori de las consultas
La implicación del paciente, siguiendo los ejercicios que el fisioterapeuta, prescriba es clave para mejorar la evolución y disminuir las posibilidades de recaída.
En el caso de mareos o naúseas, nos podemos encontrar con un círculo vicioso: el cerebro interpreta que mover el cuello provoca más mareo, por lo que inconscientemente bloqueamos la zona, provocando más rigidez, contracturas y más mareo todavía. Conviene visitar rápidamente al especialista para tener un diagnóstico lo más rápidamente posible, puesto que la evolución de estas situaciones es muy negativa.