Los prolapsos pueden limitar mucho la calidad de vida de las pacientes. Reconocer sus síntomas y su evolución nos dará la posibilidad de tratarnos en estadíos más tempranos y mejorar las posibilidades de éxito de unos tratamientos además más sencillos.
Ya es hora de derribar el tabú que pesa sobre el suelo pélvico y su relación con la sexualidad. No pasa nada, las patologías del suelo pélvico son comunes y todos estamos expuestos a sufrirlas; lo que no es razonable es no tratarlas por vergüenza o por no haber recibido un diagnóstico o guía adecuados.