El tabú del Suelo Pélvico
Por Blanca Cubero, fisioterapeuta especializada en Suelo Pélvico
Los tabús han hecho mucho daño: han invisibilizado a las mujeres, a su salud y a sus derechos. También han mantenido muchas otras situaciones injustas y dolorosas gracias a que nos crean resistencias mentales para cuestionar lo establecido.
Y así como hay grandes tabús, hay también pequeños tabús. Hablar tranquilamente sobre el suelo pélvico es uno de ellos, y ya toca derribarlo y normalizar una cuestión que nos atañe a todos. Y hay que hacerlo sabiendo que no es lo mismo para una persona joven que para una persona madura, ni para un hombre que para una mujer, ni para un profesional sanitario que para una persona que no se dedica a la salud.
Estoy conociendo mujeres que llevan años utilizando compresas y sintiéndose incómodas con ello, que buscan una solución mejor y todo lo que reciben como respuesta a su problema "es que es la consecuencia de haber tenido hijos". Muchas de ellas no se hubieran enfrentado este tipo de problemas si se las hubiera preparado convenientemente para el parto. También estoy conociendo hombres a los que les cuesta explicarme que les ocurre porque se les ha enseñado que su amor propio pasa por un rendimiento sexual incontestable. Hay personas que no se atreven a salir de viaje con otras porque no han podido, no han sabido o no les han dado el asesoramiento adecuado para solucionar su problema de incontinencia o de control de ritmo intestinal. Incluso hay personas que llevan años con dolores simplemente al sentarse, porque no les han sabido dar una guía adecuada.
Por ello, hay muchas razones para vencer este tabú, porque un suelo pélvico tonificado y bien cuidado te da libertad y calidad de vida, te quita ataduras y limitaciones y reafirma tu autoestima. Además te permite mejorar tu vida en pareja con mejores y más placenteras relaciones sexuales no sólo para ti sino también para tu pareja. Muchas veces recuperando esos momentos de encuentro que creíais perdidos.
Por ello es muy recomendable aprender a autoevaluarse, realizar ejercicios adaptados, conocer cómo realizar los hipopresivos, recibir una correcta preparación fisioterapeútica previa al parto así como una adecuada recuperación tras el mismo y tener un asesoramiento verdaderamente especializado que te dé una buena guía. Y si ya tienes un problema ponerle solución y no dejar que vaya a más.
Y por encima de todo, es necesario saber que existen cada vez más cuestiones en las que tú sólo respondes ante ti misma, ni ante los demás ni ante ningún prejuicio. Cuidarte es tu elección y tu salud es tu derecho, faltaría más.
Escribir comentario